Desde la extensa vastedad del desierto, llega un viento de triunfo para el equipo CUP 59 MOTORSPORT en su valiente misión, ‘DAKAR POR LA VIDA’. La luz del primer día de competición brilló con una intensidad especial para sus tres protagonistas.

Los preparativos, llevados a cabo durante tres jornadas de entrenamientos, rodajes y sesiones intensivas junto al rugido de su camión, precedieron la conquista de una ruta de 202,57 kilómetros. Era el inicio de una prueba donde cada metro cuenta, cada decisión tiene peso.

El recorrido mostró, sin clemencia, su naturaleza desafiante. Los «platós», inmensidades que parecían nunca acabar, se extendían como un lienzo en blanco, dejando solo al Road Book y la brújula como guías. Se cruzaban, con cautela, los «oueds», espejismos arenosos de ríos pasados, y las traicioneras dunas, donde cada maniobra errada podía significar minutos, incluso horas, de esfuerzo adicional.

Sin embargo, la clave del exitoso día no fue sólo el paisaje o el camión, sino la mentalidad inquebrantable de los tres competidores. Desde el primer kilómetro, sabían que enfrentaban una pendiente de aprendizaje con el vehículo y el terreno africano. Su enfoque fue inamovible: superar cada obstáculo, cada duda.

Cruzaron la línea de meta tras 5 horas y 27 minutos, con una mezcla de fatiga y alegría. Pese a pensar que su rendimiento había sido menos que estelar, el verdadero motivo de su participación en este rally era, ante todo, aprender y prepararse para el Dakar 2024.

Y entonces, vino la noticia que transformó su cansancio en euforia: 11º en la clasificación general y líderes en la categoría de camiones. Este inesperado logro avivó su espíritu y les recordó que el camino por delante, aunque desafiante, puede estar lleno de gratas sorpresas.

Mañana, un nuevo reto los espera. Otros 200 kilómetros de aventura y aprendizaje. ¡A por ello, CUP 59 MOTORSPORT! ¡A por ello!