Tras cuatro horas de espera para tomar la salida ante la nula visibilidad en la zona, el Elefante Rosa sufre un considerable retraso al quedarse atrapado en una zona de arena blanda. Rafa Lesmes y su equipo cruzan la meta en la posición 26 de la etapa y se queda a falta de la última jornada en la novena posición de la general, liderando la modalidad de camiones

Ni la niebla ni las dunas pueden frenar al equipo canario del Dakar por la Vida y a su Elefante Rosa que a falta de una sola etapa para concluir el rally más duro del mundo, son novenos en la general del Dakar Classic y líderes de la modalidad de camiones.

A pesar de perder un tiempo precioso al quedar atrapados en una zona de arenas blandas, que les relegó a la 26ª posición de la clasificación de la undécima etapa, Rafa Lesmes y su camión solo perdieron una posición en la general con respecto a la octava plaza que alcanzaron en la jornada de ayer al término de la décima jornada.Rafa Lesmes dio su parte de carrera en su regreso al campamento de Shubaytah tras completar con éxito la penúltima etapa del Dakar Classic: “Nos levantamos con una niebla brutal, no se veía a 100 metros, más propio de Londres que del desierto saudí, estábamos a unos 140 kilómetros de la especial y lo cierto es que nos acompañó durante todo el camino. Al llegar al punto de salida del sector selectivo nos encontramos con toda la caravana del Dakar parada, desde el primer coche al anterior al nuestro y no se podía arrancar porque por culpa de la niebla los helicópteros no podía volar y sin ellos es inviable hacer una prueba de motor como esta. Permanecimos allí durante dos horas, se tomó la decisión de cancelar la etapa del Dakar moderno porque al ser muchos más coches los participantes el retraso iba a ocasionar que se acabase la prueba muy entrada la noche y eso era inviable. En nuestro caso, a las cuatro horas se fue levantando la niebla, el helicóptero tenía visibilidad y nos dieron el pistoletazo de salida pero con un recorte grande en la etapa, dejando solo el primer sector de navegación. A pesar de ser corta nos trabucamos al ir a validar un punto de control, porque la arena estaba excesivamente blanda y allí nos quedamos atrapados. Albert Casabona y yo tuvimos que tirar de pala un buen rato para liberar las ruedas y los diferenciales y poco a poco bajando las presiones de las ruedas le fuimos dando poco a poco hacia atrás hasta que salió. Al final no necesitamos ayuda extra, después seguimos y completamos la prueba hasta el campamento».

Mañana arranca la duodécima y última etapa del Dakar Classic para el Elefante Rosa, con inicio y final en Shubaytah, que consta de un enlace de 115 kilómetros y una especial de 33 kilómetros, en un último esfuerzo antes de completar el objetivo de llevar el mensaje de la lucha contra el cáncer de mama en mujeres y hombres hasta la línea de meta.

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