El dia de ayer el equipo completó la primera etapa de la Baja Spain, valedera para la Copa del Mundo de Bajas con 179 kilómetros de tramo cronometrado y reencuentro con lo habitual en esta prueba, la más dura del calendario en Europa.

Mucho, mucho calor, mucho polvo, caminos y pistas muy rotos, nada que el equipo no esperase. Aparte de un pinchazo, todo bien. Las sensaciones al competir en un camión son, como poco, impactantes. Al ser tan grandes, ocupan toda la pista, en muchas zonas pasamos muy muy ajustados, los 10.000 kilos que pesa también pasan factura, hay que llevarlo muy fino y prever con antelación cómo abordar curvas, baches, agujeros, etc. No es para nada recomendable tener que corregir ante un imprevisto, las inercias son brutales y la posibilidad de vuelco siempre está presente.

La parte buena es lo alto que vas de cara a ver la pista y el entorno, una maravilla, también sus grandes ruedas y lo propio en la suspensión hacen que puedas pasar por zonas en las que con un coche tienes que levantar o frenar, el camión no se entera, una gozada.

Durante el día de hoy comenzarán el SS2 y seguidamente el SS3, completando el recorrido de unos 850 kilómetros de la baja, de ellos unos 500 kilómetros cronometrados